Ken Wilber: Los Tres Ojos del Conocimiento.

Lo que intento en este breve comentario es revisar el modelo de "Los tres ojos del conocimiento" de Ken Wilber. Este modelo forma parte del Modelo AQAL (All Quadrants, All Levels, All lines...), justamente en uno de los aspectos más importantes del mismo: los niveles de conocimiento disponibles para la experiencia humana.

[Texto original extraído desde modelointegral.blogspot.com]

Desde John Locke hasta nuestros días, la experiencia humana ha sido homologada a la recepción de información proveniente de nuestro medio a través de nuestros sentidos. El Empirismo (o Sensualismo) supone que todo conocimiento válido provendrá de la experiencia directa que tiene el observador (sujeto) en relación a aquello que observa (objeto), en tanto que estando ambos separados, aquél puede acceder directamente a las características fundamentales (materiales, observables) de éste, sin que medie la superstición ni sus prejuicios en el ejercicio del conocer. La separación sujeto-objeto asumida por la tesis del Realismo aboga por un acercamiento observacional, sensualista, que se limite a describir lo observado, y no a elucidar explicaciones provenientes de la "fantasía" del observador.
El mundo material, compuesto por objetos separados entre sí y, así mismo, del sujeto que los observa, constituiría, de acuerdo a esta corriente principal del pensamiento moderno, la única fuente válida de información sobre la realidad. Aquello que es aprehensible por medio de nuestros sentidos es real, mientras que las ideas, el alma, el espíritu y otras entidades abstractas, inobservables, carecerían de dicha propiedad.
Si nos damos cuenta, este es el modo en que la ciencia moderna ha operado desde que Kepler y Galileo fundaron el método propio de la disciplina. El método experimental, sustentado en el conocimiento vía experienciar los fenómenos que se despliegan en la realidad física, ha sido la quintaesencia del desarrollo de la producción de conocimientos de Occidente (y desde hace ya bastante tiempo, del Oriente occidentalizado). Wilber desarrollará en su excelente libro "Ciencia y Religión: El matrimonnio entre el alma y los sentidos" de 1998 su crítica a este modelo de experiencia, afirmando que su gran debilidad (y profundo error) tiene que ver con que colapsa todo el potencial de la experiencia humana a un solo nivel de conocimiento (el sensoriofísico), obviando el hecho de que diversas tradiciones tanto orientales como occidentales, tanto filosófico-epistemológicas como místico-religiosas, han dado cuenta en su praxis de niveles de experiencia distintos al material; a saber, los niveles mental y espiritual de la conciencia humana.
De este modo, el nivel sensoriofísico, integrado al mental y el espiritual, daría paso, según Wilber, a un modelo más comprensivo de la experiencia humana. Sin reducir toda la experiencia a la sola aprehensión sensorial, el hombre tiene ante sí un abanico de posibilidades enorme en cuanto a las dimensiones de la realidad a las que puede acceder. Esta idea, que supone estar de acuerdo con la premisa de que existen realidades más allá de la sensoriofísica (se pueden revisar los argumentos en pro de esta premisa en el libro recién citado), ha sido sintetizada por Wilber en su modelo de los "Tres ojos del conocimiento".
Estos Tres Ojos se corresponden con cada nivel de experiencia: (1) El ojo de la carne, con el nivel sensoriofísico; (2) El ojo de la mente, con el nivel mental; y (3) El ojo del espíritu o contemplativo, con el nivel espiritual. Dice al respecto Wilber (1998: 189)...
"Así pues, de la misma manera que existe un empirismo sensorial (del mundo sensoriomotor), también existe un empirismo mental (que incluye la lógica, las matemáticas, la semiótica, la fenomenología y la hermenéutica) y un empirismo espiritual (que incluye las experiencias místicas y las experiencias espirituales)".

De este modo, existirían dos grandes concepciones de empirismo: Por un lado, el empirismo estricto, que se corresponde con el modelo cientificista tradicional; y por otro lado, un empirismo amplio o profundo, que incluye los tres ámbitos del conocimiento (los tres ojos). El Modelo AQAL, según es practicado por los miembros asociados del Integral Institute, asume este segundo tipo de empirismo, haciendo lo posible por observar (en el sentido amplio del término) los fenómenos de su interés sin dejar fuera ninguno de estos tres niveles de experiencia. De este modo, por ejemplo, la práctica de la Psicoterapia Integral supondrá que el terapeuta intentará acceder a su paciente entendiéndolo como un ser no sólo físico (dominio de la psiquiatría y el conductismo ortodoxo), sino también mental (psicoanáloisis, terapia humanista, gestalt, etc.) y espiritual (corrientes transpersonales).

1 Comment:

  1. mutantenode said...
    estoy leyendo el libro y me parecio muy bueno, recomendable leerlo para cambiar el paradigma.

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